sábado, abril 22, 2006


I´m falling in love with you, Compostela
Hace tiempo que me venía sintiendo una extraña en mi propia ciudad. Sentía que no encajaba aquí ni en ninguna parte… esa sensación de necesitar distanciarme, de huir sin saber muy bien a dónde ni de qué; supongo que fue en parte provocada por mi desazón emocional, por llamarla de alguna manera.
No sé muy bien que ha pasado; pero hoy me reencontré con mi Compostela. Miré a las torres de la catedral y me alegré de verlas sin tener que recurrir a una foto; recordé un 25 de julio cuando estaba a 3.000 kms de casa y leí la crónica de los “Fuegos del Apóstol” en la edición digital de un periódico con una emoción contenida. Y al pasar por el Obradoiro me vino a la mente lo orgullosa que me sentí en alguna ocasión de ser gallega. Subiendo Platerías y la Quintana tuve la tentación de sentarme en sus escaleras ¡por los viejos tiempos… tantas tardes primaverales en la terraza del Literarios con la gente de Trabajo Social!. Pero decidí volver por el Franco y sus noches de vinos, Fonseca y su árbol de la ciencia, la Biblioteca Xeral y su claustro…

Tantos paseos, unas veces con prisas otras disfrutando de las piedras angostas… y me encontré con la tuna, pero esta vez ninguno de ellos sacó su capa ni me rodearon para cantarme “Clavelitos”. Crucé la Alameda y me senté con Valle Inclán y volví a mirar a las Torres de la Catedral- ¡¡qué diferente es verlas desde aquí y no desde detrás de la ventana de un hospital, esperando un veredicto!!…En mi mente se agolparon muchos recuerdos – en esta ciudad he bajado a los infiernos pero también he subido a los cielos – .
Fui a mi Facultad, esa que a nadie le es indiferente, ¡Álvaro Siza se lució!… recordé a my sister, su piso, mi residencia, nuestras comidas a base de tortilla y pasta, nuestra fotocopiadora, los días en los que quería ser una avestruz y en los que necesitaba ser Chita…
Y… me gustan los días de verano en mi ciudad, pero me encanta cuando llueve porque creo que como aquí no llueve en ningún sitio y ver la cantería brillante…Creo que Compostela es una ciudad eterna y la verdad no me extraña que sea Patrimonio de la Humanidad porque enamora y yo no puedo evitar enamorarme de ti como dice la canción: “Take my hand - take my whole life too, For I can’t help falling in love with you, my hometown”.

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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Yo tambien me desilusiono a veces con mi ciudad, sobre todo ultimamente con tantas obras del Faraón, que tenemos la city hecha unos zorros...pero me basta con dar un paseo por la Castellana o el casco antiguo para recuperar el gusto por vivir aqui.
Yo sí siento que mi sitio es MAdrid, aunque a veces no sepa muy bien que hago aqui.

domingo, abril 23, 2006 11:14:00 a. m.  

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