Supongo que todas las personas buscan su lugar en el mundo. Unas deciden quedarse dónde nacen, haciendo su máxima vital el refrán: "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer". A otros, les entra la morriña cuando están lejos de su tierra, de su gente y de sus amigos... son incapaces de adaptarse a una nueva situación porque la añoranza les supera y tienen esa necesidad imperante de volver. Pero, otros, los menos- entre los que me incluyo- siempre andamos buscando nuestro lugar en el mundo. Y después de cansarte de dar vueltas en esta espiral de la vida, y de volver a empezar una y otra vez... llegamos a la conclusión, como proclamó en su día Virgina Wolf: "como mujer no tengo patria; como mujer no quiero patria; como mujer mi patria es el mundo entero" porque una vez que sales de tu cultura nativa, descubres que tienes la capacidad -insospechada- de relacionar tu propia situación con unos procesos sociales más amplios y permites que la nueva situación transforme tus antiguos presupuestos culturales, y entonces cuestionas las constumbres y las tradiciones en las que has sido educada. Al final, acabas siendo de ninguna parte al mismo tiempo que de todas partes.
Un abrazo a mi gente (esparcida por distintos lugares de la aldea global)
Ps. Síntome galega.... Pero, Galicia non é o que me gustaría que fose...
Etiquetas: experiencias. amigos...
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