miércoles, febrero 15, 2006

Querido Antonio,

No recuerdo exactamente el día que nos conocimos... Lo que sí recuerdo es el día que recibí la noticia de tu muerte: una mañana gris del mes de Mayo de hace casi 11 años. Yo tendría 16 o 17, era una estudiante que se sentía identificada con aquellas letras que hablaban de las pequeñas cosas de la vida: del amor, del desamor, de la libertad, del respecto a los demás... Y desde entoncés, tu voz desgarrada, los acordes de la guitarra, las palmas flamencas me han acompañado siempre.


Tú has puesto música y letra a la banda sonora de mi vida...


La vida no es un trozo de papel
Es el canto de una hoja
Que té corta sin querer
Es la pena y la alegría
Un camino por hacer
Es el llanto y la sonrisa
Es querer y no poder
Es vivir con tu verdad
No es quejarse por placer
Es curar las cicatrices
Y olvidarse del ayer
Es vivir con la pregunta
Con la duda del saber
Es la huella que delata
Y es la rabia de tener
El coraje de vivir
El coraje de vivir
El coraje de vivir
Y no morir
Coraje de vivir, eso es así
El pan hecho de sangre
Metralletas de poder
La sangre hecha dinero
Y bocas por comer
La verdad hecha mentira
La mentira hecha placer
El saber que solo tienes
Lo que tienes que tener
El coraje de vivir...
Gracias por tu talento, por poner música a mis pensamientos.
Un saludo,

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