martes, febrero 14, 2006

No creo en cuentos…

Siempre me voy, muchas veces a ninguna parte. Mi vida sigue siendo un vuelo sin motor como dice la canción de Amaral... Aún así, quiero vivir a mi manera rodeada de esos amigos “SERIE ORO” que siempre han estado ahí, siendo mi hombro para llorar, compartiendo unos sueños utópicos, mis ideas descabelladas, conversaciones intrascendentes y, sobre todo, unas miradas cómplices que no dicen nada y lo dicen todo. Sé que vosotros SIEMPRE estáis, a pesar de la distancia, del desfase horario, de un idioma o una cultura diferente… Sé que no tengo miedo a escalar la montaña de la vida, que en mi caso es peor que una pared vertical y lisa, porque tengo el mejor apoyo logístico… vosotros: MIS AMIGOS
Por eso, he decidido no buscar en unos ojos una verdadera mirada que te mire, ni un príncipe azul – siempre he creído que era un invento del Corte Inglés- ni un TOLÓN- TOLÓN (los de tilín no son efectivos) porque la vida me ha demostrado que las ranas no se convierten en príncipes, pero sí los príncipes en SAPOS (y venenosos). Quizás, soy demasiado idealista… pero, yo ya no pido lo IMPOSIBLE.
Por eso, reivindico el día de los SINGLES… y olvidémosnos de la teoría mercantilista del de San Valentín, de la cursilada aberrante de los corazoncitos, del Cúpido, las flores, las cenas románticas… demasiado dulce y pastelón para alguién que sólo tiene debilidad por la Tarta de Queso que hace Lupe.

Aunque, Eduardo sigue siendo Noriega…



y el amor platónico es el mejor porque... Él es perfecto

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